Con la llegada de las bajas temperaturas y las precipitaciones, los hogares tienen que combatir contra las filtraciones de agua. Estas filtraciones no solo causan daños en las paredes y en los techos, sino también pérdidas de eficiencia energética o problemas de salud.
Para evitar todos estos problemas, debemos realizar un buen mantenimiento de nuestras viviendas. Si después de esto, siguen apareciendo, hay que encontrar el origen de las filtraciones y llevar a cabo las reformas necesarias. Os damos claves para prevenirlas:
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Para evitar el origen de filtraciones, debemos revisar exhaustivamente zonas como la azotea o el tejado, ya que el agua penetra por cualquier rincón de una vivienda. Zonas como una grieta, una tela asfáltica en mal estado, las tejas mal colocadas o dañadas o una mala instalación de una claraboya pueden sufrir goteras. Por este motivo, antes de la llegada del frío y las lluvias, debemos actuar para reparar tales desperfectos.
En cuanto a las terrazas, debemos centrarnos en la base aislante del suelo y en las juntas. Si estas zonas están en malas condiciones, el agua puede llegar a penetrar hasta en plantas inferiores.
Con la caída de las hojas, estas se pueden calar en los canalones de las viviendas. Para ello, necesitamos llevar a cabo una limpieza profunda antes del otoño y las precipitaciones. Si tenemos los canalones sucios pueden atascarse y rebosar, causando que la parte del muro por donde se filtra el agua se deteriore, apareciendo en poco tiempo humedades.
Las juntas y el suelo son las zonas donde más atención debemos prestar tanto en las terrazas como en las azoteas, aunque los sumideros son también una zona a tener en cuenta. Desperfectos como un deterioro del material aislante, sumideros mal sellados o una mala limpieza pueden causar que el agua no evacue y tengan lugar filtraciones.
Las ventanas son otro punto en el que pueden originarse humedades por dos razones: el agua entrará con rapidez al interior si no están bien selladas; y si las ventanas no poseen una rotura de puente térmico sin posibilidad de ventilar el habitáculo, podemos tener problemas de condensación.
Al igual que las ventanas, los cajones y los marcos de las persianas también deben estar bien sellados. Si no, el frío entrará a la estancia y la humedad también.
Los muros exteriores también son un elemento de la vivienda que puede experimentar filtraciones con solamente una mínima fisura. El musgo, el moho o una grieta en la fachada son problemas a resolver previamente a que llegue al interior.
Conocer el origen de las filtraciones y el largo viaje que realiza el agua desde la zona donde se origina hasta donde se manifiesta no es una tarea fácil, por lo que se recomienda acudir a manos de profesionales.
Son los únicos que pueden descubrir por donde se han originado las humedades o las goteras y dar las soluciones más eficaces para deshacerse de ellas. Y más sobre todo teniendo en cuenta que las humedades persistentes pueden causar en el futuro deterioros estructurales.
Más info: https://www.inmonews.es/prevenir-goteras-humedades-vivienda/