Para los amantes de la decoración clásica, os traemos el nuevo estilo decorativo que está triunfando en el sector inmobiliario, el farmhouse.
Para los amantes de la decoración retro y clásico, os traemos el nuevo estilo decorativo que está triunfando en el sector inmobiliario, el farmhouse. Esta nueva tendencia destaca por su estilo elegante y acogedor adoptando elementos rústicos y shabby chic.
El objetivo del farmhouse es escapar de aquellos elementos decorativos delicados y sofisticados, sustituyéndolos por objetos de segunda mano que se integran dentro del espacio con piezas nuevas.
Para descubrir más acerca de esta nueva tendencia decorativa, os dejamos siete características que no pueden faltar en una vivienda farmhouse.
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Uno de los elementos más importantes dentro del estilo farmhouse reside en las vigas de madera. Estas tienen que estar visibles en el hogar para ofrecer un impacto visual a nuestras visitas.
Continuando con elementos rústico, las láminas de madera para muros y suelos son muy útiles a la hora de mantener la temperatura dentro de la vivienda, ofreciendo mayor sensación de calidez. De ahí, su gran eficiencia en cuanto a energía se refiere.
Por otro lado, otra de las grandes funciones de las láminas de madera es separar diferentes espacios o habitáculos de la vivienda. De esta forma, podremos tener conceptos abiertos, pero con los espacios perfectamente delimitados.
Otros materiales que también funcionan muy bien con la tendencia farmhouse son el algodón, el lino o la arpillera. En suma, puede utilizar encajes, bordados o pasamanería para los textiles de complementos como las colchas, los cojines, las servilletas o delantales...
Para los amantes del reciclaje, los sacos de yute son especialmente útiles para aportar personalidad a la vivienda.
Por último, en el salón, se recomienda implantar grandes sofás con tonos marfil o blanco. De esta forma, se modificará la atmósfera a medida que van cambiando las estaciones.
A las piezas rústicas, las tenemos que complementar con elementos retro o antiguos decorativos. Objetos como cojines, latas de galletas o juguetes antiguo son algunos ejemplos de detalles farmhouse.
Además de funcionar como decoración, estos objetos poseen recuerdos para los propietarios, por lo que al integrarlos en la vivienda, el hogar recibe un toque personal, además de contar una historia.
Si no se posee ninguna pieza vintage, estas pueden ser compradas en tiendas de antigüedades.
Esta tendencia contempla a los accesorios como elementos decorativos potentes. Por ello, una antigua vajilla puede convertirse en una pieza decorativa del exterior de la vivienda.
Respecto a la parte interna del inmueble, se permite jugar con diferentes formas y tamaños de forma creativa. De esta forma, se consigue dar movimiento a la composición de la vivienda, jugando, por ejemplo, con tazas y platos. A estos, le puedes incluir una bandeja, velas o jarrones con el fin de crear un clásico juego de café o té.
Aunque haya una predominancia del estilo rústico y vintage, el farmhouse se caracteriza también por ser un estilo eclético, al mezclar diferentes tendencias y elementos. En cuanto a materiales o complementos utilizados, farmhouse puede utilizar materiales orgánicos como piedra, ratán, sisal o mimbre u otros materiales como objetos de madera o metales.
Con el fin de incrementar la luminosidad de la vivienda y facilitar la posterior decoración de esta, el farmhouse utiliza el color blanco o tonalidades marfil para sus muros y paredes.
Más info: https://www.inmonews.es/tendencia-decorativa-farmhouse/