A pesar de la falta de oferta y la subida de los tipos de interés (por la insuficiencia en obra nueva, las precios altos de los materiales de construcción y en general la situación positiva del mercado) los precios de la vivienda no caerán .
El mercado de la vivienda se ve afectado por los desajustes actuales entre la oferta y la demanda .La inflación, las condiciones de financiación o la política monetaria son factores que provocan un desequilibrio entre ambas.
El impacto del aumento de los tipos hipotecarios (por la subida del Euribor, que es de 100 puntos básicos) sobre los visados de vivienda nueva, la compraventa y los precios no es el mismo para cada variable. Mientras que este impacto es del 11% sobre los visados y del 3% sobre la compraventa en un periodo de 8 trimestres, sobre los precios es apenas del 2% en 2 años. Con la fuerte subida de la inflación , sigue apuntando el Banco de España, el precio de la vivienda lleva cayendo desde 2021 tanto en vivienda de segunda mano como nueva.
Serán los flujos migratorios los que marquen el futuro . Según el INE debería aumentar el números de hogares hasta 2024, lo que podría tensionar determinadas zonas y mercados al no corresponder la oferta con la demanda de viviendas de las familias.
En general, el desajuste es más acentuado en áreas de mucha población
En definitiva, ante tal desajuste sería necesaria una revisión de la gestión del suelo para poder generar las viviendas demandadas.
El informe del Banco de España muestra, a nivel nacional, como se recupera la demanda pero la oferta se mantiene aun rígida, este desequilibrio presiona al alza los precios de la vivienda.
Regionalmente ocurre algo similar, dificultades en la oferta frente a la demanda y mayor subida de precios en las regiones con mayor escasez de oferta.
En lo relativo a vivienda nueva, la oferta sigue en cifras bajas. El encarecimiento de los materiales de construcción y la escasez de mano de obra hacen estragos ; además de la falta de disponibilidad de suelo. La consecuencia es un desplazamiento de la demanda hacia otras tipos de vivienda como la de segunda mano, alzándose de la misma forma los precios.
Aunque la oferta de vivienda usada aumentó con el aumento de la vivienda heredada, su influencia en los precios no fue tan significativa como la de los factores anteriormente citados, influencia frenada quizás por la recuperación del turismo y el consiguiente giro del mercado hacia el alquiler turístico y vacacional.
La demanda, además, aumentó primero en los compradores nacionales y posteriormente en los extranjeros.
Hay que puntualizar como hace el estudio del Banco de España que el comprador español suele ser de edad mediana (30-39 años) un nivel económico alto y de estudios superiores.
Más info: https://www.inmonews.es/banco-espana-no-drasticas-caidas-precio-vivienda/