El crecimiento del sector inmobiliario parece lastrarse en los últimos tiempos en Europa debido a la fuerte inflación y una ineficaz normativa
Según el articulo en Bloomber : "Europe?s Great Housing Crisis Is Only Getting Started"
El crecimiento del sector inmobiliario y la oferta de viviendas parece lastrarse en los últimos tiempos en Europa debido a la fuerte inflación y otros factores como los excesivos costes de construcción, las rígidas normativas sobre eficiencia energética o la lenta burocracia que ralentiza los proyectos.
El número de proyectos de obra nueva estás descendiendo en los países más poderosos de Europa: Reino Unido (25% ), Alemania ( 27%), Francia ( 28%).
La gran constructora Vonovia SE en Alemania cesa su actividad indefinidamente y en Suecia algunos proyectos se paralizan por el miedo a la falta de trabajadores.
Los grandes proyectos estatales se resienten así mismo y los gobiernos empiezan a no cumplir sus promesas en materia de vivienda. Este es el caso de Reino Unido donde se prometieron 300.000 nuevas viviendas al año en 2019 y no se está pudiendo llegar a esta cifra en ningún caso. En Alemania se intentó llegar a la creación de 400.000 viviendas asequibles , reto que no parece lograr cumplirse hasta 2026. Suecia incumple su propia normativa constitucional en lo que respecta a la vivienda asequible y mantiene muy altos los precios de la vivienda de alquiler.
Las familias cada vez tienen que emplear más ingreso en la vivienda lo cual puede provoca ansiedad y mayor desigualdad social. Se da cierto rechazo de la población a los inmigrantes que buscan vivienda, vislumbrándose una situación que podría llegar a ser ciertamente conflictiva. En Alemania por ejemplo la escasez de vivienda obligó a algunas personas a abandonar su hogar para dejar espacio a algunos refugiados.
Alemania oriental por ejemplo sufre desigualdades frente a la Alemania occidental a la hora de adquirir vivienda, cuando en el pasado el régimen comunista se las proporcionaba.
A pesar de haber superado la crisis inmobiliaria que duró hasta 2007, España y Portugal sufren una escasez de vivienda notable que se ve reflejada en la subida de lo9s precios de la vivienda.
En Europa las medidas gubernamentales acaban volviendo al sector volátil y vulnerable Se da una situación intermedia entre el intervencionismo y el libre mercado que frena la inversión y descuida la necesaria vivienda asequible. Parece que la rentabilidad solo puede enfocarse hacia la vivienda de lujo. Incluso podría hablarse de una tendencia hacía la iniciativa privada en la vivienda que sin embargo carece de incentivos por la escasez de gasto adicional de los gobiernos debido a la inflación.
Se está dando un incremento del cierre de empresas constructoras muy significativo en toda Europa. En Reino Unido han cerrado 45.000 constructores. En Suecia los cierres han crecido un 35% (1145 empresas en quiebra) y
Es el caso de los 45.000 constructores residenciales de Reino Unido que han tenido que cerrar en los últimos cinco años. Suecia también ha sufrido estos cierres, con un incremento del 35% desde 2022 al declararse en quiebra alrededor de 1.145 compañías en los primeros 10 meses del año, según datos de Creditsafe.
Ante esta delicada situación del mercado inmobiliario la actitud de los políticos lejos de ser contundente se muestra cauta y temerosa.
El partido laboralista en Reino Unido pretende acelerar los procesos y construir 1,5 millones de viviendas. Para Portugal lo importante sería un aumento de las viviendas para uso residencial motivando una mayor sencillez en los procedimientos de concesión de viviendas. Alemania a su vez se focaliza en impulsar la inversión pública y simplificar la normativa de construcción.
Sin embargo la demora excesiva en desarrollar estás reformas puede tener un efecto contraproducente ya que los inversores se retraen esperando estos cambios, con el consiguiente bloqueo del mercado que puede producirse
Mientras, los políticos se muestran cautelosos y prometen tibias actuaciones que poco se prevé que ayuden a aliviar el mercado. En Reino Unido, el Partido Laboralista ha prometido un paquete de reformas para acelerar los procedimientos y construir 1,5 millones de nuevas viviendas. En Portugal, se pretende aumentar el número de viviendas disponibles para uso residencial mediante la simplificación de los procedimientos de concesión de licencias. Mientras, Alemania ha prometido impulsar la inversión pública y hacer más sencillas las normas de construcción.
Sin embargo, como afirma Wolfgang Schubert-Raab, presidente del grupo de presión del sector de la construcción ZDB: el hecho de que estos cambios se produzcan con cuentagotas corre el riesgo de provocar el efecto contrario, ya que muchas constructoras esperan para llevar a cabo sus proyectos a recibir subvenciones más interesantes, lo que continua lastrando al sector, como ha afirmado