El estilo decorativo transicional consiste en intercalar estilos para conseguir una equilibrada armonía dentro de la vivienda.
El estilo decorativo transicional consiste en combinar elementos tradicionales con elementos actuales de forma perfecta. El objetivo de esta tendencia es intercalar estilos para conseguir una equilibrada armonía dentro de la vivienda. El estilo transicional también recibe el nombre de estilo clásico atemporal.
Utilizando lo tradicional con las últimas tendencias, se consigue combinar un mobiliario antiguo con los complementos modernos.
Hay cuatro características principales que definen a la decoración transicional: muebles tradicionales; tonos neutros; espacios bien iluminados; y pocos accesorios, pero de gran tamaño.
Otro de los aspectos principales de la decoración transicional es la iluminación. En este caso, se opta por una predominancia de la luz natural en los diferentes espacios. A pesar de ello, se puede combinar esta iluminación natural con luz artificial para enriquecer la decoración del espacio.
Para esta luz artificial, podemos acudir a elementos colgantes de acero, a focos LED, lámparas de metal o luminarias con bombillas expuestas. Estos modelos nos permitirán conseguir un espacio con originalidad y estilo.
El estilo transicional también hace uso de las lámparas de pared o apliques, debido a la elegancia que transmite en el ambiente. No solamente son lámparas que sirven para iluminar, sino también para adornar y destacar espejos u obras de arte.
No debemos olvidar que también en la luminosidad, debemos combinar lo mejor del estilo contemporáneo con el estilo tradicional. Intercalando elementos actuales con piezas antiguas, logramos una vivienda personal, elegante y confortable.
Una de las principales características de la tendencia transicional es el uso de muebles tradicionales. Estos muebles se diferencian por sus líneas curvas complementadas por piezas vanguardistas con líneas simples y rectas. En esta combinación, debemos perseguir el equilibro cromático entre lo tradicional y lo actual.
La decoración transicional utiliza en gran medida sofás de brazos redondeados, muebles de patas estilizadas y torneadas o elementos en madera tallada. Es una técnica decorativa que ofrece elegancia y que combina a la perfección con el estilo minimalista o con el arte abstracto. También se recomienda implantar elementos de madera de roble, cerezo, caoba o nogal. Son tonos de madera oscuros que generan espacios acogedores, cálidos y elegantes.
El estilo transicional no se caracteriza por un uso abundante de accesorios. La idea reside en hacer uso de pocos elementos pero incorporándolos de forma correcta. Por ello, no se recomienda hacer uso de una gran cantidad de piezas que juntas no aportan sentido. Por el contrario, debemos implantar un accesorio de mayor tamaño y que combina coherentemente con el resto del estilo. Se debe evitar el recargar los espacios.
Por otro lado, con la incorporación del estilo transicional, también debemos lograr la simetría. Para ello, se tiene que organizar y administrar el espacio de forma uniforme.
Un ejemplo de un accesorio ideal para una vivienda transicional son las lámparas de sobremesa de gran tamaño. Es un accesorio que se hace notar y que posee una forma casi escultórica. Cualquier accesorio que utilicemos debe cumplir con tres requisitos: que posean relieves; que tengan curvas; y que sus tonalidades sean plateado o dorado.
La gama de colores de la decoración transicional se identifica por la abundancia de tonos neutros. Por ejemplo, tonos como el verde, el blanco, el chocolate, el beige o el caqui. Son colores que aportan una sensación de pulcritud. Junto a estos tonos, se puede complementarlos a través de pequeños toques con colores más corales, azules o turquesas.
El fin principal es utilizar los tonos junto al estilo transicional. A través de este uso, logramos una decoración que combina mobiliario tradicional con características del estilo moderno.
En la decoración transicional, podemos hacer uso de materiales como la seda, el algodón, el terciopelo o el lino. Independientemente del material, siempre debemos tener en cuenta que hay que aportar sobriedad y solemnidad. Para ello, hagamos uso de los tonos que componen la gama cromática de este estilo. Como máximo, solamente podremos utilizar dos tonos diferentes.
Otro de los elementos imprescindibles dentro de este estilo decorativo son las alfombras. Estas ofrecen sensación de confort y elegancia. Las ideales son las alfombras persas, con estampado floral, los kilim o las alfombras con diseño geométrico.
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