El trastero es aquel espacio donde se va guardando los objetos y elementos que no podemos o no queremos guardar dentro de la propia vivienda.
En muchos hogares, el trastero es aquel habitáculo donde se va guardando todos los objetos y elementos que no podemos o no queremos guardar dentro de la propia vivienda. Herramientas, objetos estacionales, muebles antiguos o ropa son algunos de estos objetos.
Para evitar el desorden y exprimir la máxima utilidad posible a un trastero, a continuación os aportamos algunas ideas al respecto.
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Para un mejor embalaje, tendremos que recurrir a los materiales apropiados para ello, tales como fundas de plástico, cajas o cualquier tipo de material que se requiera que consigan preservar y proteger los diferentes objetos. Hay que recordar que las bolsas de plástico no se consideran una buena opción para embalar.
La mejor manera para llevar a cabo el proceso de embalaje es a través de las cajas de cartón, ya que ofrece numerosas ventajas como:
Respecto al mobiliario, tanto las patas de meses como de sillas se recomienda envolverlas con plástico de burbujas posteriormente a su limpieza. Por otro lado, los colchones tienen que ir acompañados por fundas protectoras que faciliten la mejor conservación de estos.
En suma, si cubrimos los objetos, conseguiremos una mayor protección y evitaremos que la suciedad llegue a estos objetos.
Se aconseja hacer uso de cajas transparentes con el objetivo de poder ver el contenido que se guarda dentro. Esta medida junto al escribir el contenido de la caja en el exterior facilitarían la identificación de los objetos guardados.
Para impedir que el desorden se adueñe del trasero, debemos atender al orden de este. Amontonar objetos no es la mejor solución para organizarlos, ya que posteriormente provocará problemas tanto para localizar objetos como en términos de limpieza.
Para tener una organización adecuada, se recomienda apostar por una optimización del espacio a través de una correcta colocación a través de las siguientes medidas:
Una correcta y adecuada limpieza impulsa en gran medida la conservación de los objetos que guardamos en el trastero.
Para ello, debemos llevar a cabo una limpieza en profundidad cada año y varias limpiezas superficiales ocasionalmente. Si cuando vayamos a limpiar el trastero, además lo reordenamos, nos crearemos un inventario mental de los objetos que guardamos y en ocasiones, podemos encontrar algunos objetos que ya no queremos seguir guardando. Para ello, podremos venderlos de segunda mano o deshacernos de ellos.
Por último, también debemos prestar atención si se producen humedades o goteras en el trastero o cualquier otro tipo de desperfecto para poder solucionarlo lo antes posible.
Optar por una iluminación de bajo consumo en el trastero nos ayudará a llevar a cabo un mayor ahorro de luz, sobre todo, en aquellos casos en los que se vaya a utilizar el trastero frecuentemente con la luz encendida.
Previamente a comenzar a guardar objetos de forma eficiente dentro del trastero, debemos tener en cuenta el espacio con el que se cuenta. Aspectos como las zonas más iluminadas, los lugares con más interruptores o la altura del techo son algunos ejemplos a tener en cuenta.
Tras analizar esto, ya sabremos con qué espacio contamos, por lo que será más fácil organizar este espacio. También podemos optar a medir las diferentes áreas del trastero.
Para conseguir optimizar el mayor espacio posible de un trastero, es conveniente poseer almacenes modulares o estructuras metálicas que alcancen la altura del techo y que abarquen todo el espacio del trastero.
Si logramos repartir correctamente el peso, colocando los objetos más pesados en el suelo y los objetos más ligeros en las estanterías, conseguimos una mayor organización del espacio y una mayor capacidad de orden.
Se aconseja poseer una escalera con el fin de poder alcanzar cualquier rincón del trastero sin ningún problema.